Reglas. Familia Delacroix

Alcander Delacroix se encontraba sentado mirando de forma fría a cada uno de los miembros de la familia de cazadores Delacroix que le miraban con completa atención. Unos con miradas llena de ira, otros sorpresa, respeto y miedo. A él poco le importaba la verdad, solo sus ojos negros azabaches dedicaba una mirada calculadora algo pensativo.

Todos lo años repetía las mismas reglas, con fines de que ninguno de los críos (y no tan críos) se les olvidara, pero a su vez, aprovechaba cada 1 de enero para agregar alguna que otra regla, o al menos que alguien hubiese hecho alguna burrada que se viera en la necesidad de recalcar las reglas o inventar alguna otra, luego de un gran castigo y vergüenza por parte del imbécil.

“Bueno, aquí vamos de nuevo, como es de costumbre”. Habló finalmente con su voz seca, fría e irónica. Se aclaró la garganta para continuar con una sonrisa algo perturbadora.

“Primera regla de los Delacroix: No dejar ninguna atrocidad o plaga viva, plaga vista, plaga muerta. Ni mucho menos tener alguna especie de relación con ellos ¡nada! Eso quiere decir que ni siquiera cruzarán palabras, si piden algún tipo de misericordia y son tan pendejos de dejarlos vivos, recuerden que plaga que dejen ir, castigo que deben de pagar por el resto de su vida. No tendré la misma misericordia con ustedes y ellos tampoco la tendrán.

Segunda regla: Es parecida a la anterior solo que la plaga no es la misma, si no la tal llamada ‘Zolezzi’. No permitiré y creo que mi ira será peor que la primera regla, nadie ¡ABSOLUTAMENTE NADIE! Debe acercarse siquiera a un Zolezzi al menos que sea por aniquilarlo. Está prohibido si quiera cruzar miradas, son los más grandes bastardos, un enemigo mayor que los propios seres ‘tenebrosos’. Mucho cuidado con esta regla críos, mas para los que cuidan las fronteras.

Tercera regla: Nuestros enemigos son solo de nuestra zona, no deben cruzar por nada las fronteras, por lo tanto no deben de alejarse de la zona Oeste de Roma. Al menos que no tengan opción o sea algún problema grave, si se llega a dar ese caso, hablarlo conmigo.

Cuarta regla: Como nosotros respetamos el tratado de cazadores, deberán respetar el nuestro. Pero, si, somos más estrictos, no deben ni siquiera tocar su mugriento pie en nuestras tierras, pie que toque la zona Oeste, pie que se corta, como también su cabeza si es del gusto de la persona (En especial los Zolezzi) no se permitirá que dejen escapar a NINGUNO. Deben ser castigados por su irrespeto y el castigo es la muerte. Los Delacroix tienen completa libertad en su zona.

Quinta regla: Familia Delacroix, familia maldita, personas que no nacieron para vivir una vida plena de felicidad o tener una vida normal. Nacieron con el objetivo de hacer limpieza de por vida, su vida y alma están condenadas a luchar, pelear y morir en contra de seres malignos. Por lo tanto, no deben de elegir otra cosa que no sea su trabajo. Estudiar y tener profesión no viene al caso, nacen con una profesión y es ser cazadores, por lo tanto está prohibido ir a universidades o colegios, interactuar con personas y crear amistades fuera de la familia. Estas se vuelven una carga, un problema, ya que crean sentimientos y los Demonios se aprovecharan de eso. Les estarían haciendo un daño a la otra persona como también perdiendo el maldito tiempo. Porque al final, nunca podrán escapar de lo que son.

Aunque, pueden estudiar en el hogar, eso si es aceptado, no queremos analfabetas en la familia, la inteligencia es la clave para llevar exterminar el objetivo. La fuerza bruta no lo es todo.

Sexta regla: Si, es una de la más cruda, la reproducción. Para nosotros, en pocas palabras el incesto es la mejor opción, lo más acertado y ya es natural en nuestra familia. Al tener un hijo con un civil se corre el riesgo que no herede la marca, como también el linaje se vuelva más débil y no nos interesa eso. Esta demás decir mucho menos alguno con otro cazador, eso está más que claro, no quiero sorpresas. Primos, hermanos, sobrinos ustedes eligen su pareja.

Séptima regla: No deben de chistar cuando se le otorgue algún caso, Caelia es la encargada, tiene gran peso su decisión. Pueden escoger dependiendo de lo bueno que se hayan convertido de 1 a los casos que quieran. Ella es la que les dará un límite de tiempo, un tiempo justo que debe llevar el caso. Al no realizarlo a su debido tiempo por alguna complicación, avisar y ella tomará la decisión de retirarte por ser una basura o te obsequiará más tiempo.

Octava regla: Cada integrante tendrá un cargo, este cargo depende de las habilidades del cazador y pueden ser repartidos también por ordenes de algún superior, los cargos pueden ser: Cazadores, asesinos, espías, investigadores, recolectores, entrenadores, ladrones, vigilantes.

Novena regla: ser calculadores, fríos y por lo que más quieran no se dejen ver, llamar la atención ni dejar rastros que puedan llamar la atención a los civiles, ni menos al vaticano. Actúen de forma limpia sin dejar espectadores que nos puedan traer problemas.

Decima regla: en cuanto el individuo se le despierten sus poderes deberán entrenar sin descanso alguno contra los monstruos capturados. Deberá pelear y poner en práctica sus nuevas habilidades, si ya paso la edad de los 12 y aun nada que se le despiertan sus poderes. Será enjaulado junto a diversos enemigos con la espera que ese sea lo bastante efectivo para la activación.

Onceava regla: Integrante que no nazca con la marca, integrante que será exiliado".

Alcander tomó un vaso de agua que tenia justo al lado para aclararse su garganta.

“Ya que todas las reglas están bastante claras, por favor cumplirlas, no deshonren la familia ni tampoco hagan algo estúpido, es tedioso limpiar sus atrocidades. Pueden irse”